Descripción
Una sociedad cuyo sistema económico institucionaliza la codicia, cuyo militarismo genera la animadversión y los medios de comunicación alimentan la ignorancia. Desde un ángulo que puede ser radicalmente distinto, el buddhismo ofrece alternativas profundas ante estas cuestiones. Pero, para que el dharma despliegue su potencial liberador, debe pasar de ser una tradición asiática a convertirse en una enseñanza que responda de forma directa a las necesidades espirituales de las personas que viven en este hemisferio globalizado. ¿deberá el buddhismo replantear entonces su postura acerca de asuntos como el karma, el renacimiento, la sexualidad o el dinero? Desde hace ya décadas está teniendo lugar un encuentro fascinante y callado: el de la moderna o postmoderna sociedad occidental y el buddhismo.
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